Zabor Fetén

Buenísima la comida y la oferta que tienen. Muy buen servicio. Recomendado si estás por el centro y huye de los guiribares!!

Nos ha gustado mucho. Buena comida a buen precio. Volveremos que nos gustaría probar el ceviche caribeño

El nombre del sitio le va al pelo, hemos cenado como señores de verdad a un precio de personas de a pie. LOS CAMAREROS DE DE 10 no, de 11 👏👏 Desde el primer bocado, la experiencia en Zabor Feten no fue simplemente una cena, fue una celebración de sabores auténticos y platos bien preparados. La calidad de los ingredientes y la dedicación en cada plato se hicieron evidentes. El pollo rebozado, contundente y muy crujiente, fue una delicia que no decepcionó. La textura perfecta y el sabor bien equilibrado lo convirtieron en un plato memorable. El patacón, por su parte, nos transportó a tierras isleñas con su sabor auténtico y bien logrado. Fue como un pequeño viaje culinario a otra latitud, muy top. La dorada a la plancha, acompañada de hortalizas frescas de la huerta, fue un acierto total. El pescado estaba perfectamente cocinado, con un sabor suave y una textura que se deshacía en la boca, complementado de manera ideal por las hortalizas frescas. Probé dos hamburguesas: una de vaca con queso manchego y otra mexicana. La combinación de la carne de vaca con el queso manchego fue muy buena, aunque recomendaría calentar un poco el queso para intensificar su sabor. La hamburguesa mexicana, con su toque picante, no es para todos, pero para los amantes del picante como yo, fue un verdadero placer. Cenar en Zabor Feten fue una experiencia excelente, donde cada plato se destacó por su sabor y calidad. Sin duda, un gran lugar para disfrutar de una cena memorable.

Un lugar para disfrutar de unos platos y/o tapas bastante buenos. Precio módico, pero unas buenas presentaciones de los platos . Mejor llamar para reservar, sobre todo para fines de semana y festivos. Tiene sala dentro y terraza, la cual está aclimatada para días de frío con chimeneas.

El sitio, en general,no está mal,no hay nada que a primera vista eche para atrás. El personal es agradable y atento. Pero en cuanto a comida,no es un sitio que me atraiga para repetir otro día.La relación calidad/precio la vi un poco elevada. Por ejemplo el flamenquin lo vi muy pequeño ,las lagrimitas de pollo estaban algo durillas.Las hamburguesitas estaban sabrosas,pero eran chicas. Las croquetas muy normales. En resumen,es un sitio agradable para estar,con una carta original y bonita,pero si eres algo glotón,no destaca para repetir. Si ninguno de estos platos "sencillos en la elaboración" me atrajo, no me atrevo a pedir algo más complejo o elaborado.