Restaurante Mi Niña Lola Terrace

Nada mas llegar te impacta la localización y las vistas desde el restaurante, esta decorado con muchísimo gusto y tiene un ambiente tranquilo y agradable. El servicio es impecable tanto en rapidez como en simpatía, es un plus que te recomienden diferentes platos y te los expliquen cuando los sirven. Probamos 8 platos diferentes y no podría seleccionar un favorito, todo ha sido una delicatessen. Presentación impecable y se nota que miman cada ingrediente. Muy recomendable el donut, el plato de pargo y para mi ha sido toda una sorpresa el "Fishsinchips". Mi sugerencia dejar un huequito para el postre. Sin duda volveremos

Fue un regalo sorpresa de mi pareja y ambos nos quedamos sin palabras, una tranquilidad y unas vistas excepcionales. Seguimos la recomendación de uno de los camareros de crear nuestro propio menú degustación a partir de los platos de la carta, un muy buen y original concepto del restaurante que nos encantó. Destacar el viento bacalao y el pargo tigre, sin duda para repetir una y otra vez. La atención por parte de los camareros también excepcional.

Una experiencia increíble. Un servicio inmejorable y una sala estupenda donde se puede disfrutar de unas vistas preciosas y una comida espectacular la cual viene acompañada de una gran explicación, a tener muy en cuenta el buñuelo de viento bacalao el cual tiene un sabor tremendo y la pipirrana la cual tiene un sabor único sin duda volveré para probar el resto de platos.

Experiencia con luces y sombras. Indudable que la comida es de una calidad enorme. Todo muy cuidado, presentaciòn exquisita, y sabores logrados en casi todo lo que probamos (quizá el segundo pase: remolacha y concha fina, podían estar más redondos). Vistas espectaculares. Pero detallo lo que para mí hizo la experiencia fallida: 1 - el servicio, dentro de la profesionalidad, lo encontré demasiado estirado y serio. No hay que parecer un robot para ser profesional. 2 - el tamaño de las raciones respecto al precio. Para una cuenta de 55€ por persona, creo firmemente que se sirve poca comida. 3 - el 'falso menú degustación' creo que no beneficia al cliente. Para el nivel de cocina y de restaurante, y la propuesta gastronómica, creo que tiene mucho más sentido un menú degustación, o varios, que dejar a la carta la elección, que casi con toda seguridad sale más caro al comensal y al restaurante, que pensar y planificar menús cerrados. Aunque disfruté la mayoría de platos y la experiencia, los puntos anteriores y en especial el del precio/cantidad hacen que no quiera repetir.

Me encanta descubrir lugares en los que probar sabores nuevos, inesperados, que no encuentras en cualquier restaurante. La atención por parte del servicio fue de 10 desde el primer momento. El lugar y las vistas son geniales. Dicho esto, las raciones son muy escasas y a alguno de los platos como los puerros les faltó sabor. Es difícil no quedarae con hambre si no gasta al menos 40-50€ solo en comida. Tampoco me gusta la idea de dejar mi tarjeta para que me hagan un cargo si no aparezco. Entiendo las circunstancias pero muestra una clara desconfianza que no gusta encajar.