Chiringuito Rocamar Malaga

Todo correcto, sin más. Los espetos ricos, la paella algo insípida pero con mucha sustancia (no escatiman en el surtido de marisco). Precios (a pesar de la ubicación y época del año) para no echarse las manos a la cabeza y servicio aceptable.

Un sitio agradable, la comida es muy buena, pero que la cantidad me pareció pequeña. Los postres estaban riquísimos, la cerveza helada! El personal que allí trabajan son muy amables y atentos!! El ambiente bien ventilado pero estaba muy caliente!

El servicio normal, lo peor son los precios y la comida de baja calidad, los espetos totalmente crudos, la ensaladilla son patatas cocidas con mayonesa de bote y dos langostinos congelados en lo alto, lo único que se pueden salvar son los calamares, que 10€ por media ración estaría bien que no…. A las 22:15 nos pidieron amablemente que si queríamos pedir algo más lo hiciéramos ya, porque cerraba cocina. En pleno agosto cierra cocina a esa hora. El pan con suerte sería de ayer porque estaba incomible y a precio de oro. Toda la bebida caliente. Un sitio para no volver .

El sitio muy bien, a pie de playa. En temporada alta y fines de semana están saturados por lo que tienes que reservar ya que si no es imposible tener mesa. Cuentan con Salvador, espetero con gran experiencia . Recomiendo tanto el pulpo espetado como el espeto de sardinas. Los precios son los de Málaga, salvo el espeto de 6 sardinas a 5 euros.

La reina emérita disfrutó de unos buenos espetos con Salavador y lo mismo hemos hecho nosotros. Las sardinitas estaban espectaculares y el calamar era un kraken que nos costó acabar. De cara al mar y con una agradable brisa marina no se puede pedir más para finales de julio. Lástima que ya no quedasen boquerones ni salmonetes.