VIPS Condesa de Venadito

En los últimos tres años, solíamos visitar este restaurante con frecuencia, ya que era uno de nuestros lugares favoritos para cenar en familia. Sin embargo, después de nuestra última experiencia, lamentablemente ya no volveremos.

Fuimos al VIPS de Condesa de Venadito el día 3 de septiembre a las 20:50 horas con nuestros hijos pequeños, como lo hemos hecho en muchas ocasiones anteriores. Durante la cena, mi hijo de 2 años empezó a hacer ruido con un juguete (un coche de policía), y una cliente incluso llegó a gritar «¡Shiu!» muy alto, pidiendo silencio en el sitio. Entiendo que esto pudo haber molestado a otros clientes e intenté calmarlo, pero como es natural en un niño pequeño, no siempre es fácil controlar estas situaciones.

Para nuestra sorpresa, una camarera nos pidió que abandonáramos el restaurante porque el ruido parecía incomodar a otra cliente. Entendemos que todos tienen derecho a disfrutar de su comida en un ambiente tranquilo, pero nos sentimos avergonzados y decepcionados por la forma en que se manejó la situación. Después de tantos años siendo clientes leales, esperábamos un poco más de comprensión o algún otro tipo de solución, especialmente en un restaurante que recibe tantas familias con niños.

Esta experiencia nos dejó con una sensación muy negativa y, lamentablemente, ya no volveremos. Una situación que podría haberse manejado de otra manera terminó arruinando lo que debía ser una cena familiar agradable.