ANGUS Playamar

La verdad es que no está mal el sitio, pero esperaba más, el servicio no fué bueno, tardaron demasiado en atendernos, después en traer la bebida, casi 40 minutos después de sentarnos, con las cervezas ya calientes nos tomaron nota de la comida. Nos pidieron disculpas varias veces porque parece ser que tenían problemas con el sistema dijeron. Los entrantes los trajeron rápido, pero la carne tardaron muchísimo en traerla a la mesa también, que no estaba mala pero si seca, pasada de punto, y no tenía el sabor que esperas de una ternera de primera. Pedimos unas patatas con trufa y parmesano y casi no tenían parmesano, (como se puede ver en la foto) aunque te cobran un euro más por el queso, ( mi percepción personal es que ni siquiera era parmesano, me pareció granna padano)Después de tenernos esperando y esperando ni siquiera nos ofrecieron una cerveza fresca para acompañar a la carne que llegó casi 2 horas tarde. No volveremos.

He de decir que ha sido una cena deliciosa sobre todo el final, el postre fue una experiencia religiosa. Hemos pedido cecina de wagyu que estaba para chuparse los dedos como entrante. De segundo para compartir mi amigo y yo lomo bajo 300gr y el T-bone. La carne estába exquisita y tierna. Tostada por fuera y sabrosa por dentro. El responsable fue muy amable al encontrarnos un hueco en el restaurante ya que estaba abarrotado. Y amparo que fue nuestra camarera nos atendió y recomendó muy bien. Muy simpático el persona y todo muy limpio y ordenado. A tener en cuenta también la limpieza y profesionalidad. Todo 122€ Volveremos

Restaurante especializado en carnes en primera línea de playa, el ambiente está cuidado en general con un toque moderno pero necesita un mantenimiento adecuado, da pena ver un local que se han esforzado en decorar con elementos rotos o inusables (el baño de caballeros era un buen ejemplo). Nos atendieron rápido, de forma muy correcta y nos aconsejaron acerca del punto de la carne en determinadas piezas. La comida estuvo bien hecha y disfrutamos mucho con la carne, como puntos negativos pongo el provolone que estaba demasiado hecho lo que impedía poder comerlo adecuadamente y el agua, que no es mineral sino del grifo filtrada que es una corriente contra la que estoy totalmente en contra en hostelería.

No me gustó nada que no tenían menu infantil imprimido ni por Internet, ya que me quede un poco sorprendida con el precio 12e para 3 nuggets y patatas ,teniendo 2 niños pequeños hubiera sido mejor cojerles un plato adulto . Cuidado al pedir agua que no es de botella era filtrado y la verdad que no estaba bueno, agua del grifo , los camareros si que eran amables aunque siempre se reunían para charlar al lado de nuestra mesa que era muy incómodo! Total, que es muy caro para lo que es y será para los clientes turistas .

Sencillamente todo exquisito, pedimos: chorizos criollos, estaban en su punto y con su salsita buenísima. Degustación de ternera angus, tres cortes para probarlos y muy ricos y la carne en su punto justo. Ensalada templada de quesos, un auténtico espectáculo, rica, abundante y con sabores que casan a la perfección. Además el personal super amable y atento. 100% recomendable; además íbamos con el carrito del bebé y todo muy bien.