Terraza Catedral Málaga

Hemos encontrado está fantástica terraza de casualidad, por visitar el museo del videojuego. Sin duda un acierto. Sitio acogedor. Bien servicio. Lo que más nos ha gustado el guacamole, que te lo preparan en directo.

Terraza Catedral es un lugar que combina una experiencia gastronómica exquisita con unas vistas impresionantes de la icónica catedral de Málaga. Para acceder al restaurante, primero tendrás que atravesar el Museo de Videojuegos, una parada que también te recomendamos para revivir la historia de los videojuegos, desde los clásicos hasta las tendencias del futuro. Ubicado en la última planta, el restaurante ofrece una panorámica única de la catedral, ideal para disfrutar de una comida relajada o una cena bajo las estrellas. En nuestra visita, comenzamos con la ensaladilla rusa con jamón serrano y huevo frito, una fusión sorprendente que elevó este clásico plato a otro nivel. Continuamos con los tallarines a la auténtica carbonara, elaborados con parmesano y guanciale crujiente, un plato que no solo fue delicioso, sino que también respetó la receta tradicional italiana. Como plato fuerte, optamos por el cachopo para dos personas, famoso en redes sociales, y no decepcionó. De tamaño generoso, estaba perfectamente acompañado de patatas y pimientos fritos, haciendo de este plato un imprescindible para compartir. Para cerrar nuestra experiencia, seguimos la recomendación del amable personal y probamos el mousse de limón. Ligero, refrescante y con un toque justo de acidez, fue el broche de oro perfecto para una comida inolvidable. En resumen, Terraza Catedral no solo te conquista por sus sabores, sino también por su ambiente privilegiado y las vistas espectaculares. Sin duda, un lugar para repetir. INSTAGRAM & TIKTOK: @malaga_enlamesa

¡Nos ha encantado! Buenísimos platos y muy buen servicio. Además, increíbles vistas de la catedral. Tuvimos la oportunidad de cenar seis personas y con la elección de cuatro platos comimos muy bien, dejando incluso espacio para agregar un postre: tarta de galleta. Favorito: el Steak tartar, las vistas y la rapidez de la atención. También, la relación calidad/costo. Muy bien los precios.

La comida y el sitio es maravilloso, mi única queja es que el servicio, es cierto que muy amable y muy bien pero nuestro camarero hizo ciertas cosas que no nos gustaron. Pedimos una copa de vino tinto, y a mi acompañante, la probó y no le gustó, y cuando la devolvimos a parte de ir quejándose a regañadientes, nos la cobró. Solo espero que no se la pusiesen a nadie más. Yo puedo entenderlo que la tengas que pagar pero si no te da a probar y no te gusta, no me parece justo tampoco.

Con ganas de probar el famoso cachopo y allí que nos fuimos: 1️⃣ y 2️⃣ 𝗖𝗮𝗰𝗵𝗼𝗽𝗼 𝗫𝗟 𝗮 𝗹𝗮 𝘁𝗮𝗯𝗹𝗮 (39 €) Ternera, queso, jamon, empanado de almendra y doritos. Acompañado de unas patatas y pimientos fritos, alioli y salsa de doritos. La verdad es que no estába nada mal, poco hecho por dentro, crujiente y con buen sabor. Muy grande 👍🏻 Copa de cerveza 4 euros. El coste de la cerveza es elevado, aunque la copa es grande no está muy fría y se calienta rápido. La experiencia la estropea el tiempo de espera del cachopo, habiendo poca gente fueron 50 minutos. El encargado muy amable, tranquilizaba a la gente, sin embargo la camarera, cuando preguntas te dice con otras palabras que es lo que hay, que todo el mundo pide lo mismo y tarda (sin embargo no había mucha gente y eramos de los primeros). Conclusión: si no te importa esperar casi una hora y puedes pedir otra cosa que no sea cerveza, no está nada mal