Nanna Pastelería Artesana

Nos acercamos a esta cafetería desde bastante lejos porque a mi pareja y a mi nos gusta apoyar a pequeños negocios. Se nota que sus pasteles son todos artesanos, el café estaba bueno, pero habría varios aspectos importantes a mejorar: - El más importante de todos, no entiendo como se puede tardar 20 minutos en servir dos cafés, pagas en el momento y te sirven los pasteles, se llevaron 20 min encima de la mesa. Cuando entrábamos había varias personas comiéndose los pasteles con agua y ya entendimos posteriormente el por qué. Por supuesto luego cuando te sirven el café lo dejas porque ya te has comido los pasteles o te tienes que esperar 20 min con los brazos cruzados - No sirven en mesa, cuando llegas pides, pagas y te ponen los pasteles pero tienes que estar pendiente de que te hagan el café. Imaginaros la de veces que nos levantamos en 20 minutos para ver si estaba… - El local es pequeñito y acogedor, aunque las mesas están colocadas un poco a lo loco, tal vez poner algo de música pegaría en este local pues cuando entramos notamos un ambiente raro, la gente no hablaba apenas y se escucha un silencio raro, sentí que me faltaba música para armonizar todo. No tiene ruido de cafetería típica o al menos en el momento que fuimos - Pedí un café con leche fría, refiriéndome a un café templado, es decir, el café caliente de la cafetera y la leche fría, para atemperarlo. Pues recibí un café helado, tal vez fallo de comunicación pero con “café con leche fría” lo entienden en todas las cafeterías - El precio un poco elevado, casi 14€ por merendar me parece caro, lo podéis ver desglosado en el ticket. Si todo lo anterior hubiera estado correcto, que no es mucho pedir, no hubiera rechistado en el precio. Pero dadas las circunstancias no volveremos. Espero que soluciones esas cositas.

Después de dejar de ir a esta pastelería por los cambios que habían implementado les he dado una segunda oportunidad casi un año después y me han sorprendido para bien. Dejo por aquí mi nueva reseña. En esta primera ocasión he pedido para llevar únicamente una tarta de queso con pistacho, la porción pesa alrededor de 240 gramos y me ha costado 4 euros. Da perfectamente para la merienda de una o dos personas dependiendo de cuánto coman o se puede conservar en el frigorífico para otro día. El pistacho no se nota mucho, es más como un matiz, no lo digo como algo malo, depende del gusto aunque a mí me gustaría notarlo un poco más; el sabor a queso es más intenso. Es dulce pero no empalagosa ni pesada. Como tenía el pistacho por encima no he podido ver la superficie, pero yo diría que tiene un ligero tostado que no amarga para nada. La textura interna está muy conseguida, aunque no sé si variará dependiendo de cómo la hagan ese día: La porción mantiene la forma pero a la vez se corta con la cuchara sin mucho esfuerzo, incluso mantiene el surco si se pasa la cuchara por el lateral; la parte central se deshace en la boca como si fuera una crema y es cada vez más sólida conforme se acerca al borde externo (el cual aún no he probado porque lo he dejado para mañana, pero se ve más sólido y masticable). He visto otras tartas que prometen bastante por la pinta que tienen además de otras opciones que hace un año no tenían, volveré para seguir probando el resto de la carta y alguna bebida. Además me ha parecido ver una opción sin gluten y un bizcocho vegano. En cuanto al local lo han ampliado bastante y han añadido más mesas, ahora es más cómodo estar y moverse por allí.

Uno de los mejores cafés que he probado sin duda. Y la tarta de queso con piztaschos espectacular. Ha quedado muy lindo el sitio. Repetiremos sin duda.

Mi lugar favorito para merendar ❤️ Marta es una verdadera artista y todo lo que hace esta buenísimo. Nuestra amiga “Nike” una crack con los cafés. Se nota que todo es artesano y se le pone mucho cariño. Debilidades: tarta de queso (yo recomiendo pedirla no muy hecha, pura cremosidad), todo lo que lleve nata y merengue. Ojito con los cruasanes, no probareis unos parisinos tan ricos sin ir lejos. No dejad de ir porque además suelen ir cambiando la variedad.

Lugar ideal para merendar. Se nota que todo es casero y está buenísimo. El precio es muy adecuado Una pena que aún no tengan terraza y el interior sea pequeño. Tienen sin gluten y sin lactosa