La Bernarda SlowBar

Una pena que el servicio estropee la experiencia. Entramos a las 14:00 a comer y salimos a las 17:25; por poco acabamos contándolo como cena! La comida, aunque algo cara está muy buena por lo que el precio está justificado. En cuanto al servicio… un desastre. Se confundían constantemente de mesas, se pasaban por las mesas ofreciendo platos hasta que acertaban con la mesa que los había pedido. La cocina totalmente colapsada, tardando más de 45 minutos entre platos. Al tercero ya les llamamos la atención pero no cambió nada. Utilizaron la excusa de que se les habían complicado las carnes, inexplicablemente también tardaron 30 minutos en traer una tarta de queso. Para rematar, en vez de los dos cafés que habíamos pedido, nos trajeron un par de cañas, además de ofrecernos un tinto de verano que tampoco era para nosotros. Uno de los camareros nos prometió un descuento o arreglo como compensación; promesa que se quedó en eso, porque no se vio reflejada en la cuenta. Cuando lo reclamamos, siendo ya el encargado el que atendía, porque la mitad de los camareros debían de estar ya en casa para esa hora, éste dijo ser la primera vez que tenía noticia de eso; y le debió parecer suficiente, porque no hubo compensación alguna. Lamentable servicio, más propio de un kebab de madrugada que de un restaurante de alto standing.

Desde que llegamos al sitio, bastante fácil de acceder, el ambiente era calmado, relajante y te envolvía toda la decoración y música. Servicio excelente, siempre atentos a cualquier cosa y muy amables y alegres. Por no hablar de la comida, específicamente ela torrija. La mejor torrija que he probado de todos los restaurantes a los que he ido. Es perfecta en todos los sentidos. Un verdadero placer comer aquí. Repetiremos.

Lugar muy bonito y con encanto. La atención de 10 y estaba todo bueno. En mi opinión algo caro para lo que es, pero me gusto. Raciones de buen tamaño y buen acompañamiento. Recomendable.

La Bernarda es un restaurante muy agradable y el servicio es adecuado. La presentación de los platos me parece muy buena, sin embargo la comida me parece bastante normalita. Pedimos: - Bravas: Nos gustó el corte y la salsa que llevaban por encima. Sin embargo, llevaban en el fondo un especie de salsa de tomate que no nos gustó. - Croquetas de lomo: No nos sabían a lomo, no estaban malas, pero se asemejan más a unas croquetas de puchero de toda la vida. - Risotto: No nos gustó mucho, la presentación es muy buena, pero lo vimos flojo de sabor en general y un poco duro el grano. - Torrija: La torrija nos gustó.

Genial este restaurante, con decoración y comida exquisita. Aunque, sinceramente, y a pesar de que tenía buen sabor y estuvo rico, el arroz con presa no alcanzó mis expectativas. Lo esperaba más “peculiar”, y con un punto de cocción más entero. Pero su sabor no dista mucho de cualquier arroz casero que pueda cocinarse tradicionalmente. Aunque todo es cuestión de gustos, y esta es mi opinión personal. Lo considero un poco elevado de precio, aunque es cierto que podían comer 3 personas perfectamente, a pesar de ser para 2. Sin embargo, el pulpo superó mis expectativas. Riquísimo. Y original sabor, guarnición, textura y presentación. La torrija también nos gustó mucho. Me gustaría hacer mención especial a Héctor, el camarero que nos atendió. Súper amable, atento y servicial. Nos aconsejó muy bien. La próxima vez esperamos poder disfrutar de otra nueva experiencia dentro del local, ya que esta vez tuvimos que sentarnos en la terraza. Gracias!