La Capilla

Con días de buen tiempo se despierta la naturaleza, el solecito se agrace y las terracitas se derraman por las calles de Andalucía. Es el momento de los amantes de los caracoles, que ya están dispuestos a peregrinar en busca de los mejores templos donde degustar este manjar. Y en las terrazas, como en la del restaurante La Capilla, entonados a viva voz o cantados en la tradicional pizarra negra de calle, atraen al viandante despistado, como a los caracoles el mismo sol. El agradable camarero, con su inmejorable atención, me trae para degustar un par de tapitas de unos sabrosos caracoles en salsa de almendras que quitan el sentío y unas cabrillas en poleo con su punto de pica pica que me retrotrae a los sabores de mi infancia. Poco más que añadir y mucho para disfrutar, en esta terraza de una calle tranquila, lejos del bullicio y muy cerca del Corte Inglés acompañado de una buena cerveza bien fresquita. Muchas gracias por vuestra atención.

Para la ubicación en la que está, deberían no se yo... tener algo especial para que la gente vaya hasta ahí... entre para aparcar y la barriada donde está.. . En fin, pulpo a la gallega que no prueba el/la cocinero/a antes de servir, (con lo fácil que es hacerlo) yo no elegí ese plato pero probé.... muy caro, fritura variada escasa a casi 1.40€ cada pieza.... choco y calamar 1 trozo de pescado y una acedia..... las croquetas poco sabor y pedí un variado pero al tener poco sabor pues me supieron iguales... eso 3 platos fue lo que pedimos, una pena no poder poner algo bueno de al menos uno, siquiera que están bien calidad precio, lo siento pero me gustaría mucho que mejorara, no suelo poner reseñas malas, si vuelvo y mejora la cambio.

El fin de semana pasado estuve con mi familia, fue una velada muy agradable, la comida muy buena, personal atento y amable. Los mini montaditos muy bueno, el Cachopo de Ternera que pedí muy rico y de postre el Arroz con leche muy rico también. Lo único que veo que no hay mucha variedad de platos en la carta (deberían de ampliar la carta y que haya comida que puedan comer las personas que tengan alguna alergia) y el precio también lo veo un poco caro para tan poca variedad en La Carta. Por lo demás todo bien, para pasar un rato agradable, en buena compañía y en familia.

La comida es buena, pero los montaditos son mini mini y te lo cobran muy caro. El servicio muy amable, el lugar un poco antiguo y poco acogedor.

Bar con pequeña terraza situado por detrás del Corte Inglés. Fuimos porque queríamos comer caracoles. Pedimos 1/2 ración a 8€, el tamaño pequeño, la mitad vacíos y la otra escondidos. Nos decepcionamos. Pedí un montaito serranito a 2,8€, muy pequeño sin ningún tipo de acompañamiento, bien de sabor. Pedimos 1/2 ración de secreto Ibérico y nos pusieron solomillo. El camarero fue agradable y nos ofreció un descuento de 3€ por como estaban los caracoles.