Señor Cantúo

Tienen desayunos también café y tostada de los mejores aquí en bermejales, hemos probado bastantes tapas y la verdad que están muy buenas, destacar que los montaditos son grandes, ensaladilla muy buena también, cerv. victoria y los refrescos son grandes . Los camareros atentos y el servicio en general muy bueno. Los días que he venido estaba lleno.

Es un bar con un punto más formal, lo que repercute fundamentalmente en el precio y en las tapas algo más elaboradas sin llegar a ser un restaurante. Lo primero que parece inadmisible, es la falta de higiene de uno de los camareros, que cada vez que pasaba por el lado se te nublaba la vista del hedor. Si el camarero llega así, sus propios compañeros deberían decírselo y créanme que era algo exagerado. - Pavía de Bacalao: bastante buena, aunque quizás, excesivamente voluminosa, lo que dificulta cotarla y comerla. Es preferible hacerla más larga y menos gruesa. Frita en su punto, y nada de sabor grasiento ni corteza pasada. Aunque es un plato muy típico, merece la penan. - Huevos rotos de la casa con chorizo picante: no estaba malo pero me decepcionó un poco. Un plato hondo no demasiado grande pero lleno hasta arriba. El problema no es la cantidad, sino el recipiente, que dificulta mucho cortarlo y apartarse sin que se caiga por los lados. Si el chorizo era picante, es algo que no lo noté, ni yo ni mi acompañante que es bastante sensible al mismo. Lo que más me decpción es las patatas. No parecían naturales ¿Son congeladas? Me extrañaría, pero no tenían la textura adecuada y poco sabor Sinceramente esperaba bastante más del sitio, si bien gastronómicamente no está mal, no me merece ese coste extra si no sube la calidad. Lo de la higiene no tiene justificación posible, aunque quiero pensar que fue algo muy puntual que no se volverá a repetir, pero da una sensación nefasta sobre el sitio.

Buen trato por parte del personal , el camarero Alejandro muy competente y educado ,se com muy bien y las tapas son muy considerable recomiendo la tosta de tartar de atún rojo . Un placer

Sitio tranquilo, amplio con una gran terraza y unas tapas muy ricas. Un servicio muy simpático. Y una barra muy grande donde ves las tapas frías. Volveré sin duda ya q nos sentimos muy agusto. Tienen caracoles.

Muy bien todo en general. Tapas muy buenas, en un ambiente muy agradable, tanto dentro como en terraza. Es un restaurante que ha conseguido tener presencia en el barrio, en un local en el que sus antecesores negocios no lo consiguieron. La relación precio calidad es muy buena, y es un sitio muy aconsejable para disfrutar de unas tapas con amigos o familia. El personal muy amable y atento.